Cuando inicié en el Movimiento Scout, a mí no me dijeron lo que me iba a pasar. Como que no era suficiente ponerme pantaloneta y medias largas y caminar así en la calle y que todos se me quedaran viendo, así como medio raro. Creo que deberían ser más considerados y advertirle a uno este tipo de situaciones y consecuencias.
Ahora resulta que niños y niñas pequeñitas, de no más de 7 años, al verme con este uniforme salen corriendo, se ríen conmigo con una cara de felicidad e inocencia total y me piden permiso para darme un abrazo; ¡hasta dulces me regalan!
Sólo los que han vivido este tipo de situaciones saben de lo que estoy hablando. ¿Cómo es posible que le pasen esas cosas a uno, uno que nada más anda buscando la manera de encender una idea, una ilusión, un deseo, una meta o hasta un propósito en los niños? ¿Cómo es posible que pase algo así?
La verdad, quiero dejar de ser irónico con mi mensaje. Quiero compartir lo que se siente. Uno va con la idea de dar y se cumple nuestro lema en Protejo mi Comunidad: “DAR ES GANAR”. No existe nada más grande, puro, sincero y fortificante para el corazón, que esa experiencia de ver la sonrisa de niños, que ni lo conocen a uno, pero que hiciste clic con ellos y te reafirma con ese abrazo y esa alegría.
Las personas, somos uno mismo y nos debemos apoyar unos a otros, sin importar la edad que tengamos. Que todo lo que das vuelve y multiplicado y no estoy hablando de cosas materiales.
Esa acción auténtica de los niños llena el corazón de alegría y no es cosa de un ratito, es cosa de por vida para seguir adelante. Con un solo niño que logremos pulir su brillo, como dirigente Scout, nos sentimos realizados, pero sabemos que son muchísimos a los que logramos llegar.
Ciertamente hay más Scouts en el ambiente, que de forma anónima, sin uniforme y con total honor, cumplen su promesa de “ayudar al prójimo en toda circunstancia” y los encuentro frecuentemente y ellos también estimulan mucho a seguir adelante, siempre adelante.
Recuerda lo que dijo Gandhi: sé el tipo de cambio que quieres ver en el mundo y lo que dijo Baden Powel: El camino de la felicidad, pasa por ayudar a los demás a ser felices.
¡Siempre listo!
Roberto Alfaro – Fao
Jefe de Grupo
Grupo Scout No. 26 de Protejo Boca del Monte